HISTORIA DE UNA HABANERA

HISTORIA DE UNA HABANERA
Ejecución de Maximiliano
(Manet)

Por el año 1865 llega a Méjico una habanera escrita por José Iradier, cuyos versos dicen:

Si a tu ventana llega
una paloma,
trátala con cariño
que es mi persona.

Por entonces domina en el país la voz de Concha Méndez, celebrada no sólo como tiple por sus condiciones naturales para el canto, sino como actriz dramática: citemos de entre tantos papeles en las tablas el de Ciutti en Don Juan Tenorio. Por ese tiempo ocupan la efímera cátedra imperial Maximiliano y Carlota, a quienes entusiasman los conciertos de Concha Méndez, de quien se hacen amigos, no dejando pasar actuación pública en la que Concha no cierre con la canción La paloma dedicada a sus protectores. Andan los días, triunfa la Revolución, es preso Maximiliano y Carlota emprende un desesperado viaje por las naciones de Europa pidiendo ayuda para su marido, al que cree vivo. Súplica inútil. Los contrarios a la ex emperatriz, a sabiendas de su gusto por la habanera de Iradier, inventan una parodia burlesca, algo así: 
Si a tu ventana llega
un burro flaco
trátalo con cariño
que es mi retrato.

Esta versión, llamada La paloma liberal, pasa a ser tarandilla de la tropa republicana. Concha Méndez, lejos del laberinto político, ya remansada el agua revuelta en el país, vuelve a cantar en el Teatro Nacional de la capital de Méjico. Y el día de su regreso, domingo por más señas, el público, entregado a su arte, tras el aplauso final, le pide a gritos que cante La paloma liberal. Ella queda callada, inmóvil en el escenario. Y ante la insistencia, confiesa: «No voy a cantarla. Llevo en mi muñeca la pulsera que me regaló una infeliz mujer la primera vez que actué ante ella, y quiero respetar su recuerdo ya que hoy vive sola lejos de aquí. Ni yo ni mi pueblo hemos de insultar la memoria del marido, fusilado en Querétaro, ni la de una mujer a la que la adorna el martirio. Matadme, si queréis. Prefiero la muerte a ser ingrata e infame» En este lance besa la pulsera y se cubre la cara con las manos. El público grita: ¡Viva Concha Méndez!, y nunca más vuelve a pedirle que cante la habanera, ni la original, ni la versión bufa. Sólo con el correr del tiempo, la canción se siente de nuevo en labios de otra gran voz, Dolores del Río, en la película La Paloma, hecha en USA, lo que no gusta a los mejicanos, que prefieren olvidarla.
Maximiliano dijo al ser apresado por el general Escobedo: “Pido que no se me ultraje, que se me fusile el primero y que no se mutile mi cadáver”. Al caer gritó: ¡Viva Méjico!
Esto me lo cuenta mi vecina de asiento al regreso de Méjico. El comandante del vuelo, ajeno a nuestra conversación, dice que la temperatura en Barajas es de tantos más cuantos grados y que llueve. Llueve sobre el camino en el aire. Llueve sobre los siglos, llueve sobre los hechos. Sobre la historia y la memoria llueve, aunque el comandante sólo nombre el aeropuerto como receptor de la lluvia.

© Manuel Garrido Palacios 

Alexis Díaz-Pimienta

Alexis Díaz-Pimienta
Teoría de la improvisación poética
3ª ed. Prólogo de Maximiano Trapero
Scripta Manent, 2014, Almería
y Ediciones del Lirio, 2014, México DF

“…de poética rara y sorprendente, de rigor filológico, etnográfico y sociológico, de alcances y densidad intelectuales llenos de exigencia y de originalidad que impregnan sus páginas y convierten su lectura en novedosa para quienes se interesan por los fenómenos de transmisión y recepción de la poesía en general, por su retórica, su antropología, su psicología”.