María J. de la Vega

María J. de la Vega
Esto forma el presente
Col. LdA/poesía
Libros del Aire  

María J. de la Vega (Madrid) es premio de novela corta 'José de Churriguera', Ayuntamiento de Leganés. Ha publicado en la antología El Poeta y su Ciudad, de Julia Barella (Madrid, 1991), en la Revista Cuadernos del Matemático y en espacios de la Red. A su primer poemario: A este lado del tiempo (Madrid, 2005) le siguen Ciudades invisibles (Madrid, 2008) y Tierra (Madrid, 2010)

(contracubierta)

¿Qué forma el paisaje que constituye cada vida en un momento determinado, por ejemplo, el presente? Mirar alrededor y preguntarse, o, simplemente, mirar para saber. Y aunque parecería que son los mismos elementos –amor y desamor, cansancio y esperanza- y es idéntico el pesar –ese tiempo que transcurre implacable para cada criatura, la frágil condición de la dicha y la dureza de la desdicha en un mundo insolidario y feroz- un escrutinio atento podría descubrir que es otra la textura, otra la trama de los hilos, otro el esfuerzo necesario para seguir andando en el ahora de cada cual. Otra la luz también , y otro el corazón secreto de las cosas.
Un día levantas la mirada y te preguntas. Esto forma el presente es sólo una respuesta.

© María J. de la Vega

Basílica Catedral de Saint-Denis

Basílica Catedral de Saint-Denis
Abadía real
Necrópolis de los reyes de Francia

Se eleva en el emplazamiento de un cementerio galo-romano que alberga la sepultura del santo, considerado primer obispo de París, muerto hacia el año 250. Lugar de peregrinación, es construida en el siglo V, y Dagoberto, en el s. VII, es su benefactor. En ella se corona rey Pipino el Breve en 754. Se convierte en una de las abadías benedictinas más poderosas de la Edad Media. A partir del s. VI es enterrada en ella gran parte de la realeza de Francia.
En el s. XII, el abad de Saint-Denis, Suger, influyente personaje político, hace de la abadía una obra maestra del primer arte gótico. Reconstruye el edificio siguiendo nuevas técnicas arquitectónicas, rosetón y bóveda sobre crucero de ojivas, inundando el interior de luz coloreada. En el s. XIII, bajo el reinado de San Luis, nuevas obras dan a la basílica su aspecto actual, aunque las guerras y la Revolución precipitan su decadencia. Restaurada en el s. XIX, en particular por Viollet-le-Duc, se alza en catedral en 1966.

F/F