Miguel Ángel · Crocifisso

II Crocifisso di Santo Spirito
Miguel Ángel Buonarroti 
Florencia


Cuando en 1962 se hace un censo de crucifijos toscanos -estilo, historia, tipología-, a Magrit Lisner le llama la atención uno de madera guardado en la pared del Refectorio del Convento de Santo Spirito y pide que se restaure. Eliminado lo sobrante, sale a la luz una obra que la estudiosa alemana identifica como el crucifijo que Miguel Ángel había realizado -según escribieron sus biógrafos Condivi y Vasari- para Niccoló Bichiellini, prior de Santo Spirito, a cuyo hospital anexo el artista acudía para sus estudios de anatomía. En 1964, el crucifijo es expuesto -como obra juvenil de Miguel Ángel- en Roma (Palazzo delle Esposizioni) y en Florencia (Casa Buonarroti). En diciembre de 2000 vuelve a Santo Spirito. Su ubicación originaria, "sobre el medio tondo del altar mayor", anota Vasari, tras unas modificaciones estructurales en los primeros años del Seicento, ya no es apta para acoger la obra. Se elige la Capilla Barbadori. Miguel Ángel habría esculpido el crucifijo entre 1493 y 1494, a los 18 años de edad. Dice Vasari que Miguel Ángel hace la figura "al gusto del prior" quien le dio "disponibilidad de estancias". El lugar donde debía colocarse ejerce su influencia sobre las características de la obra. Condivi añade que la altura del Cristo es "poco menos que la natural (de una persona)". El crucifijo es la primera obra de Miguel Ángel para una iglesia y, probablemente, la primera de sus figuras de grandes dimensiones. Miguel Ángel esculpe el cuerpo del Cristo desnudo. Lo asombroso en el Cristo di Santo Spirito es el sentido de la superficie viva, del cuerpo modelado, casi real por su naturalidad, que Vasari describe como hecho de "carne y delicadeza..." 

© 
Ayuntamiento de Florencia. Asesoría para la Cultura