Magnus William-Olsson

UNA CIUDAD SIN MUROS
Magnus William-Olsson
(Ed. bilingüe sueco-castellano.
Trad. Ángela Inés García)
Libros del aire. Col. Jardín Cerrado



Magnus William-Olsson (Estocolmo, 1960), poeta, ensayista, traductor, ha obtenido los premios ‘Karl Vennberg’, ‘ Gunnar Ekelöf’ y ‘Bellman’. Como traductor ha publicado versiones de poetas clásicos y modernos como Safo, Pia Tafdrup, Antonio Gamoneda, Constantino Cavafis, Alejandra Pizarnik y Gloria Gervitz. En la actualidad lidera la organización FSL (Fria Seminariet i Litterär kritik), del Instituto Real de Arte de Estocolmo. En palabras de Ángela Inés García, ‘Una ciudad sin muros propone una lectura sobre el tiempo enfocando el cuerpo como el modo por excelencia de encarnarlo. Intocable como el mercurio, el tiempo es además invisible, salvo por su rastro. Magnus William-Olsson rastrea los instantes de esplendor del cuerpo viajando en el carromato del deseo. Su lenguaje paladea la materia en movimiento del presente carnal, y la energía palpable y luminosa de la poesía que burla lo implacable del tiempo’.
La traductora, Ángela Inés García (Medellín, 1957) es poeta y periodista. Fundadora del Festival Internacional de Poesía de Medellín, pertenece al consejo de redacción de la revista Prometeo y a la Asociación de Escritores del sur de Suecia. Sus poemas han sido traducidos al sueco, alemán y serbio. (Editorial)

(pág. 105)
Creer en el cuerpo.
Vivir esta fe cuando todos se aferran al alma, identidad y futuro.
Ante la muerte poblamos todos una ciudad sin muros, dice Epicuro.
No soy maricón, ni hetero ni bisexual.
Creo en un cuerpo más acá del cuerpo,
una especie de sueño o un sensualismo violento,
una verdad donde la lengua toca el ojo,
donde la lengua toca el sexo,
la verdad de las mucosas y de la piel.
No estamos obligados a vivir con necesidades, dice Epicuro.
Creo en el necesitar. La imperfección del cuerpo.
¿Qué es el placer?
El placer no es evitar, no es poder, no es entregarse
El placer es soportar placer.
Y siempre en una ciudad sin muros.

© MW-O

Ramiro Gairín Muñoz





Pintar de azul los días laborables
Ramiro Gairín Muñoz
Isla Varia Ed.




“A veces el mar se obstina en la estela de los taxis que se comparten, y caminar se convierte en buscar una palabra que contenga su forma. Y así el tiempo se ensancha, así la vida se va evaporando, con la sospecha de que a lo mejor es importante encontrar los versos que ritmen el tambor de los trenes en vela, que expliquen por qué es el mundo un barco cargado de casas ardiendo, de pétalos de la noche que vencimos infinitas veces”. El libro, su primer poemario, recibió el Premio de Poesía 'Ángel Miguel Pozanco'

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