Kepa Murua
Kepa Murua
Ed. Calambur
El Gato negro del amor es un viaje por la gama de colores que componen la imagen del amor, el desamor y la separación. Gato… negro, blanco, gris, del silencio, de fuego..., Kepa Murua (1962) presenta a los personajes (amantes, escenarios, memoria) sin retórica ni patetismo. Hay dolor, preguntas, desconcierto y sinceridad sobre uno de los grandes temas de la poesía, planteado aquí desde una perspectiva contemporánea. Kepa Murua es autor de los libros de poesía Abstemio de honores, Cavando la tierra con tus sueños, Siempre conté diez y nunca apareciste, Un lugar por nosotros, Cardiolemas, Las manos en alto, Poemas del caminante, Cantos del dios oscuro, No es nada y Poesía sola. Ha publicado también libros de ensayo. (Editorial)
LOS GATOS NEGROS (pág. 31)
Gritaré. Gritaré para deciros
que ni sois ni erais
ni nada que se os parezca
más que sombras vivientes.
Gritaré. Gritaré para sentiros
lejanos en la nostalgia
que tarde o temprano dice
perdonadme.
Gritaré. Gritaré para llamaros
como habéis hecho con otros
sin que nadie antes supiera
que os llamabais a vosotros.
Gritaré. Gritaré para calmaros
como nunca antes habéis sentido
el amor que confunde el miedo
con la silueta de los gatos negros.
© Kepa Murua
Luis Eduardo Siles
FOROS PARA LA HISTORIA
Luis Eduardo Siles
Luis Eduardo Siles (Jaén, 1958) publica el libro ‘Foros para la Historia’ en el que recopila las presentaciones que hizo a quienes participaron en su proyecto en la ciudad de Huelva, como ‘lugar de encuentro de líderes de opinión’, según lo subtitula. Lo prologa Fernando Orgambides: ‘Huelva ha estado en mi corazón siempre y así se lo hice saber a Luis aquella tarde en la que paseábamos, yo interesado en contratarle como corresponsal de El País y él ilusionado con la etapa profesional que se le presentaba’.
Después queda el autor a solas frente al retrato de cada figura. José Andrés Torres Mora: ‘En permanente estado de reflexión, es hombre entregado al pensamiento. Luego sus ideas tienen una aplicación práctica en la sociedad’; Gracia Querejeta: ‘Hace un cine engañosamente naturalista en el que los personajes vomitan ante la cámara o se cepillan afanosamente los dientes, todo envuelto en una atmósfera poética’; Carlos Abella: ‘La femoral como cebo, dice en su libro ‘José Tomás un torero de leyenda', escrito con el arte brillante de los mejores críticos taurinos’; Carmen Enríquez: ‘Desliza en sus últimas entrevistas una medida inquietud por el futuro de la Monarquía en España. Asegura que se ha levantado la veda informativa contra la Casa Real’; Eduardo Madina: ‘Durante muchos minutos viajó con una bomba lapa adosada a su coche, que finalmente explotó. Perdió una pierna, pero se le triplicaron las ganas de vivir’; Ian Gibson: ‘Sus biografías de Federico García Lorca, Salvador Dalí, Camilo José Cela o Antonio Machado son precisas en el dato, cuidadas hasta el extremo, con el añadido de una hermosa escritura’; José Ángel de la Casa: ‘A la tradición de narrar un gol ha añadido una forma optimista: España puede dar la vuelta al marcador’; José Bono: ‘Habilidad para expresarse cuando quiere a través de un laberinto, de modo que ha podido decir ‘sí’, ‘no’ o ‘todo lo contrario’, según la prisa del periodista’; Ramón Jáuregui: ‘Persona templada, es un político que ha peleado por alcanzar la luz que se esconde al final del laberinto’; José Sacristán: ‘Hay actores que se convierten en amigos que visitan nuestra casa; él pertenece a ese grupo que la gente lleva en el corazón’; José Emilio Santamaría: ‘Los entrenadores que han triunfado en el fútbol en los últimos años transmiten una imagen feroz, distante, prepotente. Algo bien distinto fue Santamaría’; Carlos Gaviria: ‘Sostiene que en Colombia la Democracia es una utopía que queda aún lejos, aunque el Gobierno la presente como una realidad’; Alfredo Relaño: ‘Autor de libros sobre fútbol, deporte que explica con humor’; Michael Robinson: ‘Alumno de Periodismo que, en lugar de estudiar en la Facultad la carrera, lo hizo en el césped del estadio del Liverpool’;Trinidad Jiménez: ‘Dulce acento entre andaluz y latino. Nació en Málaga y pasó su adolescencia en Huelva, donde su padre fue fiscal en la Audiencia Provincial’; Pedro Zerolo: ‘Así es el mundo por el que lucha: mortal y rosa, como definió un poeta la vida’; Vicente del Bosque: ‘El blanco y el negro son los colores con los que soñamos y los de las fotos de los jugadores de leyenda’; Tomás Roncero: ‘Defiende el casticismo de bufanda blanca anudada al cuello, el 'raulismo' a ultranza’; Diego Carcedo: ‘Ha entrevistado a 30 Reyes, Presidentes y Jefes de Estado y de Gobierno’; Ramón Lobo: ‘El espectáculo de la guerra en la televisión, como la noche del bombardeo sobre Irak, parece que no produce muertes, salvo para los que están allí’; José Antonio Gurriarán: ‘Sufrió un atentado que le destrozó el cuerpo, pero no le dejó un solo rasguño en el alma’; Maruja Torres: ‘En 'Mujer en guerra', su libro que yo más quiero, dice: ‘Me preguntan si el periodismo me ha impedido formar un hogar y respondo que era el hogar lo que me impedía hacer periodismo’; Rosa Regás: ‘Mi encuentro literario con Rosa fue un flechazo’; y nombres más cercanos como Eva Vaz, con su poemario ‘Metástasis’, Moreno, con su novela ‘Lo que dura la noche’, Huelva con ‘Y cien’ o el malagueño García Marín con ‘La escalera del agua’.
Lidia Jiménez pone el epílogo; ‘Umbral es el escritor favorito de Luis Eduardo, y presume de tener 118 libros del escritor madrileño. Sus otras pasiones son sus hijos y la verdad con sus consecuencias’.
© Manuel Garrido Palacios
Uberto Stabile en México
De nuevo en México DF, esta vez en plena celebración del día de muertos. El jueves próximo inauguramos EDITA, el XXI Encuentro Internacional de Editores Independientes que, por segunda vez, se celebra en la Casa Museo Leon Trostsky en Coyoacán, a escasos metros de la casa de Frida Kalho. Llegué el viernes tras un largo viaje, sobrevolando Amércia del Norte. Entramos por Terranova y la Península del Labrador, y Manhattan, justo antes de la gran tormenta de nieve, con escala en Atlanta. 17 horas más tarde llegué a Ciudad de México. En México, sin embargo, el tiempo sigue primaveral y al tratarse del largo puente por la celebración del día de muertos tuve la ocasión de ver una Ciudad de México casi desconocida, con una limpieza de aire y polución y una ausencia de tráfico nada normales. Ayer fui a ver de nuevo el Museo de Antropologia y me encontre con la actuación de un grupo de danzas de Chiapas.
Fue delicioso. Se trataba de la representación de su particular carnaval. Quedó todo grabado y compartido, incluido el aguardiente ofrecido y sus cantos, que bien pudieran ser la base de cualquier grupo de música contemporánea. Prácticamente no me he movido de Coyoacán, cada dñia más saturado de turistas y ardillas; algunas, casi hablan. Toda la ciudad es una especie de cementerio ambulante, lleno de calaveras, esqueletos, calacas, flores, pan de muertos, etc. Afortunadamente, el Día de Muertos aquí todavía le planta cara al Haloween (o como se escriba). Ahí va el programa de EDITA y el del FELINO (Festival de Literatura del Noroeste) de Tijuana, a donde llegaré el próximo lunes. Esta tarde-noche intentaré llegar a alguno de los cementerios de los alrededores de México para grabar una de las ceremonias de sincretismo más impactantes de América latina.
© Uberto Stabile
Luis Arturo Guichard
LO DEMÁS QUEDA AL AZAR
Luis Arturo Guichard
Ed. Liliputienses
EL ORDEN DE LAS COSAS
Todo
estaba repartido desde el principio
A
la jirafa, un corazón de pozo profundo
A
Ulises el divino, los nudos de su balsa
A
cada siglo, su propio cuchillo afilado
A
cada máscara, un solo personaje
Al
agua, no pasar del cuello
Al
vértigo, la inmovilidad si la desea
Al
llanto de Demócrito, la risa de Heráclito
A
los amigos, más de lo posible
A
la hija única, todas las fotografías de su madre
A
los padres de todos, que nada cambie demasiado
Al
día, la amenaza del infinito
A
las vacas de peluche, el mito de Europa
A
la tierra plana, otras cosas bellas que no existen
A
la ciudad, un círculo, una línea y buena suerte
A
los libros, que valgan al menos lo mismo
que
un minuto de realidad
Al
camello, el reino de los cielos directamente
Al
lugar en que se nace, una maleta con brújula
Al
lugar en que se muere, otra (y juro que existen)
A
la mierda, tantos años de hambre
A
Narciso, un estanque limpio
A
los caminos laterales, que se vuelvan centrales
(y
a los centrales, que se vayan de fiesta)
A
la luz, ser monopolio de un solo sentido
A
los amantes, hacer largo su viaje
A
los poetas jóvenes, tres manuales de métrica
A
los poetas mayores, ver lo que veía Rilke
A
la alegría, una manzana, un Buda y un relámpago
Al
azar, todo lo demás
© Luis Arturo Guichard
Augusto Fernández Guardiola
LAS NEUROCIENCIAS EN EL EXILIO ESPAÑOL EN MÉXICO
Augusto Fernández Guardiola
Fondo de Cultura Económica. México
Uno de los propósitos esenciales de este libro es, en palabras de! doctor Guillermo Soberón (Prólogo) destacar la importancia que revistió para nuestro país la llegada de los exiliados españoles, "pues siempre he sido un ferviente admirador de aquellos 'refugiados' que tanto aportaron al fortalecimiento de nuestra vida académica y, además, tuve relación personal con los cinco eminentes médicos de los que se habla en este volumen". Estos científicos llegaron a México en los años cuarenta, exiliados tras la guerra civil española, cuando fueron arrancados de su labores de investigación y tuvieron que pasar a ejercer puestos en el gobierno y el ejército. ¿Cómo después de esos avatares se reintegraron a la investigación científica? ¿Qué papel desempeñaron en las instituciones de México y qué alumnos formaron? Éstas son algunas de las preguntas a las que el libro pretende responder. Los cinco científicos cuyas carreras se reseñan se dedicaron al campo de las neurocienias: Dionisio Nieto, José Puche, Isaac Costero, Rafael Méndez y Ramón Álvarez-Buyila. Las neurociencias son el conjunto de disciplinas que estudian el sistema nervioso, normal o alterado, y que se integran en un concepto nuevo, pues anteriormente las diversas ramas que las conforman se estudiaban por separado. Los maestros españoles de cuya obra hablan sus páginas son, en cierto modo, precursores de las neurociencias y que sus trabajos se entrelazan generacionalmente con las de sus maestros, don Santiago Ramón y Cajal y don Pío del Río Hortega, con quienes entraron en contacto durante su estancia en la famosa Residencia de Estudiantes de Madrid donde también convivieron e hicieron amistad con personajes famosos como Buñuel, Dalí, Lorca y Ochoa, entre otros. Las presentes breves notas biográficas intentan exponer el entusiasmo con que estos cinco médicos se dedicaron a la investigación y la enseñanza en México.
© Editorial
Juan Carlos Mestre
Juan Carlos Mestre
La visita de Safo y otros poemas
para despedir a Lennon
Calambur Poesía
Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, 1957) inicia este libro en el verano de 1974, a raíz del suicidio de su amigo, el poeta Gilberto Núñez Ursinos, a quien dedica Elegía en mayo. Son textos de adolescencia que formaron parte de Siete poemas escritos junto a la lluvia (1981) y que agrupados con las entregas aparecidas en Ajoblanco (1980) o la Nueva Estafeta (1981) conformaron su primer libro, La visita de Safo (1983), finalista en la Bienal de Poesía de León en 1980. Hasta ahí el viaje iniciático, al que se suman poemas de otras épocas editados en Ínsula (1986) o en publicaciones underground, en un excéntrico proceso de creación. Alejado del habitual concepto de reedición, este libro reúne poemas sin otras variantes que las tipográficas, y revisitados no desde la voluntad de mejora, sino desde el cuestionamiento de su propia e ininterrumpida búsqueda, que nace en la adolescencia del poeta, cruza su juventud y desemboca en la incorporación de textos contemporáneos, poemas en la cercanía de Keats quien, aquí, en la conversación con la melancolía de la muerte y las metamorfosis, se llama también John Winston Lennon.
© Editorial.
Parpalacio (nº 65)
Biblioteca de la Fundación ▲
◄ Portada de Parpalacio
Publicación de la Fundación Joaquín Díaz
Urueña. Valladolid
Muchos de los comercios, fábricas o firmas comerciales que existieron en Valladolid en el período comprendido entre 1850 y 1950 pertenecen ya a la historia de la ciudad. Dicho período coincide en el tiempo con una época de innumerables cambios: guerras, invenciones, tendencias estéticas, conflictos sociales, avances y retrocesos económicos, que explican la mentalidad y el deseo de superación de una ciudad y de uno de sus sectores más importantes, el industrial y comercial...
Las noticias que trae la presente edición de Parpalacio giran en torno a • Libro de la Cámara de Comercio • Estampería europea • Imaginatura • Arqueología musical • Visita de la ACAMFE • Presentación del CD "Cantares de Tetuán" • Taller de cuatro venezolanos • Antiguos trabajos discográficos.
© Editorial
www.funjdiaz.net
Héctor Garrido / Viaje a la luz
Viaje a la luz de Doñana
Fotografías
Héctor Garrido
Editorial
Rueda
POEMA
¿Cuál
es la fórmula de la luz?
A
ver: haga usted cálculos, señor Profesor...
Le
espero... EI Profesor calcula. El Poeta espera.
Al
fin: el Profesor concluye. Y el Poeta dice:
Muy
mal, muy mal, señor Profesor.
Esto
no es la fórmula de la luz.
Se
ha olvidado usted de estos factores:
de
la inocencia,
de
la libertad,
del
amor,
del
sueño de las vírgenes,
del
vuelo de los pájaros,
de
la mirada de los ciervos,
de
la voz del adolescente...
Y
sin estos factores, sin estos datos,
sin
estos milagros
que
ha olvidado usted
y
que a veces ocurren en el mundo...
-rauda,
rápidamente,
en
un temblor misterioso de relámpago-
nada
más que para que sepamos que existen...
Sin
estos milagros, que no están en su fórmula,
no
llegará usted nunca
a
la justa definición de la luz,
"la
luz.",
fíjese
usted bien, señor Profesor,
"la
luz es la mirada de Dios -mística u poética-
donde
viven (eternamente, siempre, siempre]
la
aurora, el ángel y los sueños.
©
León Felipe
ANLE / Gerardo Piña-Rosales
ANLE
La noticia fue la elección por unanimidad del Dr. Gerardo Piña-Rosales como Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española de Nueva York (ANLE), la más joven de las 22 Academias de la Lengua que existen, cuyo trabajo conjunto abarca la Gramática, el Diccionario, la Ortografía y otras obras al servicio de los más de 400 millones de personas que hablan español en el mundo. El Dr. Piña-Rosales considera que la labor de la Academia “es una aventura, un reto, un desafío [...] porque estamos en el ojo del huracán. Nuestra Academia opera en los Estados Unidos, país donde la lengua mayoritaria es el inglés, que hoy por hoy es la que más influye en el español, es decir, que la ANLE asiste, desde dentro, a la evolución -positiva o negativa, según los casos- de la lengua española. A pesar del elevado número de hispanohablantes que residen en Estados Unidos, el español se siente acosado por el inglés. Los cambios e innovaciones lingüísticas -la irrupción volcánica de neologismos- que se producen por estos pagos, los veremos pronto adoptados o rechazados tanto en España como en países de América Latina". Gerardo Piña-Rosales nació en La Línea de la Concepción (Cádiz) en 1948. Hoy es su Hijo Predilecto. Hizo estudios superiores en el Instituto Español de Tánger (Marruecos), en la Universidad de Granada y en la de Salamanca. En Nueva York (donde reside desde 1973) se graduó por el Queens College de CUNY y se doctoró en el Centro de Estudios Graduados de dicha universidad con una tesis sobre la literatura del exilio español de 1939. Desde 1981 ejerce como profesor de literatura y lengua españolas en la City University of New York (Lehman College & Graduate Center). Ha enseñado también en St. John´s University y en el Teachers College de Columbia. Es presidente del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York y de la Asociación de Licenciados y Doctores Españoles en Estados Unidos. Ha publicado De La Celestina a Parafernalia: estudios sobre teatro español (1984); Narrativa breve de Manuel Andújar (1988); La obra narrativa de S. Serrano Poncela (1999); Acentos femeninos y marco estético del nuevo milenio (2000); 1898: entre el desencanto y la esperanza (1999); Presencia hispánica en los Estados Unidos (2003); España en las Américas (2004); Odón Betanzos Palacios o la integridad del árbol herido (2005) y Escritores españoles en los Estados Unidos (2007), aparte de diversos estudios sobre autores tan variados como Cervantes, Vallejo o Bowles. Como novelista es autor de Desde esta cámara oscura, que obtuvo el Premio Casino de Lorca en 2006. En años anteriores dirigieron la Academia el chileno Carlos McHale y el español Odón Betanzos. La ANLE -Correspondiente de la Real Academia Española- fue fundada en 1973. Con sede en Nueva York, representa a los millones de hispanohablantes que residen en los Estados Unidos.
© Manuel Garrido Palacios
Daniel Vázquez Díaz
Daniel Vázquez Díaz
Nerva 1882-Madrid 1969
(acuarelas 25x36)
1 . Estudio de la cabeza de Colón
2-3 . Estudios de cabezas de frailes
4 . Estudio de cabeza de marinero
FÁBULA
Nerva, Fuenterrabía, La Pedriza.
Y la D con la V y con la D.
Qué plenitud de España
y con Montmartre al fondo y con La Rábida.
Daniel, tú sabes que a Juan Gris
-lo descubrió Juan Larrea-
un color le llamaba Juan.
Pero a tí no fue uno el que te preguntaba.
Todos los timbres, todos sus matices
revolaban en torno de tu boina
y te confiaban calores y fulgores abolidos,
taleguillas, burieles
y frescores de aceros y de tierras
y buches de paloma amortiguados.
Los leones de Daniel y los panes del Díaz
y navegando el Vázquez las dos zedas,
los cisnes blanco y negro de este a oeste.
Y hay veces que se alcanzan y se calcan
y crean para ti
toda la fiesta,
la fábula innumerable de tus grises.
© Gerardo Diego
(De la Real Academia Española)
El torero José Cantares
(Óleo sobre lienzo)
(Óleo sobre lienzo)
Museo de Huelva
Alosno / Cruces de Mayo
Foto MGP.
La lucha que libra la cultura del pueblo contra el proceso de homologación y falsedad al que se le somete, la fuerzan a adaptar sus tradiciones, a que las fechas cundan como puentes para la vacación, a que muchas veces se baile, se cante o se ritualice sin apreciar su significado.
Alosno, por diversas razones, conservó lo que los pueblos venidos le aportaron, heredando tal monto cultural que es injusto reducirlo a “cuna del fandango”; ésta es su expresión de andar por casa, pero no la única. Alosno guarda ecos que igual suenan a ayer mismo que a tierra prometida. Es la suya una contracultura a la que la Cultura con mayúscula llama popular porque transmite un saber distinto al de los criterios santificados.
Ahí vemos las colás en las que se planta la Cruz junto a elementos paganos, que no están ahí casualmente, sino que ese era y es su sitio; la colá es un marco conciliador de doctrinas diferentes, ejemplo de sincretismo. La esencia de la vida fluye pujante en estos templos caseros, antaño para el amor sagrado, y los protagonistas así lo sienten, que el sentimiento siempre pudo más que la razón.
Las colás se adornan con lo mejor que se tiene: cortinas, encajes, tapices, rasos, blondas, espejos, cornucopias, grabados, galerías y paños de cortadillo, que “cuando la Cruz viene, cada una luce lo que tiene” o “quien de la fiesta sepa gozar, desde la víspera ha de empezar”; y se celebran dos veces: la Cruz Grande, o sábado después del 3, y Cruz Chica, o sábado siguiente. Los altares se cubren con tisú de plata y joyas y la Cruz puede ser labrada, policromada, tallada o de ramos. Quien entra a sacar a una moza al llano para bailar tiene que pagar “la voluntad”, dinero que se destina al coste del decorado, que “día de fiesta, algo cuesta”. Se dice “una perrilla pa la lú”, pero el significado va más allá.
El aspecto de las colás transporta a unos a un salón renacentista; a otros, a los antiguos templos del amor sagrado. En ellas todo pasa sin filtros, sacando a bailar mozos a viejas, viejos a mozas, pastor a heredera, pobres a ricas, sin que sea ley bailar bien, sino bailar sin más. Las mujeres mayores cantan sin forzar la voz; sueltan coplas como rezos, o mantras, o seguidillas en murmullo al son de las panderetas. La fiesta está hecha para lo que está y quien quiera ir que vaya, que lo que tenga que pasar no quedará sin que pase.
El llano es el espacio para bailar entre los cuatro escaños: al frente, las mujeres mayores cantan, observan, vigilan; los dos laterales son para las jóvenes con sus mejores galas, dispuestas a salir con el hombre que se lo pida, guste o no, y el otro, haciendo de frontera con la calle. Las mujeres avisan si la gente se agolpa allí: “Que corra aire por el pasillo de los hombres”; son las que defienden sus cantos antiguos de la Cruz de Mayo frente a las jóvenes, que atacan más los de moda. En ese ángulo esperan turno los hombres para bailar, ya elegida de lejos la moza; al final, ella recibe el dinero y lo deposita en el altar. “Una, dos, tres seguidillas / al pie de la Santa Cruz / y al final de la tercera / la perrilla pa la lú”.
Cuando alumbraban los quinqués, el haz de luz que salía a la calle oscura indicaba que allí había un pequeño santuario esperando: “Por esta calle me voy, / por la otra doy la vuelta, / la niña que a mí me quiera, / que tenga la puerta abierta”.
Ir de Cruces en Alosno es asistir a una fiesta derramada por todo el pueblo; se deja una colá y aún el eco no se ha perdido cuando se percibe el de otra: “Vi sentada en el escaño / a la dueña de mis sueños, / la quise sacar al llano / y vi que tenía dueño / por un anillo en su mano”.
Si a la que bien baila, poco son le basta, la que lo hace por imposición sigue dejando que su pensamiento se enrede a la espera del mozo que a ella le gustaría que asomara, que igual andará visitando otras colás, cantando canés de alejanza aquí, de anuncio allí. “Te crees que soy tuya / porque pagaste este baile, / yo tengo mi cuerpo aquí, / mi corazón en la calle. / Y así, cantando / menudillas verdades / te voy soltando”
Las mujeres mayores animarán a las nuevas al presentirlos: “¡A cantar, niñas, que viene mozo!”. Y en la noche mágica flotarán una vez más esos versos de Miguel Hernández que hablan de “muchachas y muchachos, / que no dejarán desiertos / ni las calles ni los campos”.
© Manuel Garrido Palacios
La lucha que libra la cultura del pueblo contra el proceso de homologación y falsedad al que se le somete, la fuerzan a adaptar sus tradiciones, a que las fechas cundan como puentes para la vacación, a que muchas veces se baile, se cante o se ritualice sin apreciar su significado.
Alosno, por diversas razones, conservó lo que los pueblos venidos le aportaron, heredando tal monto cultural que es injusto reducirlo a “cuna del fandango”; ésta es su expresión de andar por casa, pero no la única. Alosno guarda ecos que igual suenan a ayer mismo que a tierra prometida. Es la suya una contracultura a la que la Cultura con mayúscula llama popular porque transmite un saber distinto al de los criterios santificados.
Ahí vemos las colás en las que se planta la Cruz junto a elementos paganos, que no están ahí casualmente, sino que ese era y es su sitio; la colá es un marco conciliador de doctrinas diferentes, ejemplo de sincretismo. La esencia de la vida fluye pujante en estos templos caseros, antaño para el amor sagrado, y los protagonistas así lo sienten, que el sentimiento siempre pudo más que la razón.
Las colás se adornan con lo mejor que se tiene: cortinas, encajes, tapices, rasos, blondas, espejos, cornucopias, grabados, galerías y paños de cortadillo, que “cuando la Cruz viene, cada una luce lo que tiene” o “quien de la fiesta sepa gozar, desde la víspera ha de empezar”; y se celebran dos veces: la Cruz Grande, o sábado después del 3, y Cruz Chica, o sábado siguiente. Los altares se cubren con tisú de plata y joyas y la Cruz puede ser labrada, policromada, tallada o de ramos. Quien entra a sacar a una moza al llano para bailar tiene que pagar “la voluntad”, dinero que se destina al coste del decorado, que “día de fiesta, algo cuesta”. Se dice “una perrilla pa la lú”, pero el significado va más allá.
El aspecto de las colás transporta a unos a un salón renacentista; a otros, a los antiguos templos del amor sagrado. En ellas todo pasa sin filtros, sacando a bailar mozos a viejas, viejos a mozas, pastor a heredera, pobres a ricas, sin que sea ley bailar bien, sino bailar sin más. Las mujeres mayores cantan sin forzar la voz; sueltan coplas como rezos, o mantras, o seguidillas en murmullo al son de las panderetas. La fiesta está hecha para lo que está y quien quiera ir que vaya, que lo que tenga que pasar no quedará sin que pase.
El llano es el espacio para bailar entre los cuatro escaños: al frente, las mujeres mayores cantan, observan, vigilan; los dos laterales son para las jóvenes con sus mejores galas, dispuestas a salir con el hombre que se lo pida, guste o no, y el otro, haciendo de frontera con la calle. Las mujeres avisan si la gente se agolpa allí: “Que corra aire por el pasillo de los hombres”; son las que defienden sus cantos antiguos de la Cruz de Mayo frente a las jóvenes, que atacan más los de moda. En ese ángulo esperan turno los hombres para bailar, ya elegida de lejos la moza; al final, ella recibe el dinero y lo deposita en el altar. “Una, dos, tres seguidillas / al pie de la Santa Cruz / y al final de la tercera / la perrilla pa la lú”.
Cuando alumbraban los quinqués, el haz de luz que salía a la calle oscura indicaba que allí había un pequeño santuario esperando: “Por esta calle me voy, / por la otra doy la vuelta, / la niña que a mí me quiera, / que tenga la puerta abierta”.
Ir de Cruces en Alosno es asistir a una fiesta derramada por todo el pueblo; se deja una colá y aún el eco no se ha perdido cuando se percibe el de otra: “Vi sentada en el escaño / a la dueña de mis sueños, / la quise sacar al llano / y vi que tenía dueño / por un anillo en su mano”.
Si a la que bien baila, poco son le basta, la que lo hace por imposición sigue dejando que su pensamiento se enrede a la espera del mozo que a ella le gustaría que asomara, que igual andará visitando otras colás, cantando canés de alejanza aquí, de anuncio allí. “Te crees que soy tuya / porque pagaste este baile, / yo tengo mi cuerpo aquí, / mi corazón en la calle. / Y así, cantando / menudillas verdades / te voy soltando”
Las mujeres mayores animarán a las nuevas al presentirlos: “¡A cantar, niñas, que viene mozo!”. Y en la noche mágica flotarán una vez más esos versos de Miguel Hernández que hablan de “muchachas y muchachos, / que no dejarán desiertos / ni las calles ni los campos”.
© Manuel Garrido Palacios
Uberto Stabile / Poesía fronteriza
Tan lejos de Dios
Uberto Stabile
Lo que haga Uberto Stabile siempre tendrá un interés añadido, una esquina de sorpresa, un qué inesperado. Todo empieza con un correo que dice escuetamente: “Casa de Cultura de Punta Umbría. Proyección y presentación de mi primer documental: Tan lejos de Dios, poesía mexicana en la frontera norte. Te espero”.
Mi respuesta es inmediata y va como pregunta: Aparte de la grata sorpresa, me interesa ese documental. Dime algo más, el formato, la duración, cómo o dónde o con quién lo has montado. Pía. Di algo más.
RESPUESTA: Te cuento. Durante septiembre de 2009 y febrero de 2010 realicé tres viajes a la frontera de México con EE.UU. con la intención de hacer un libro que diera una imagen de ese territorio tan vasto y extremo a través los ojos de los poetas. Llevaba un año leyendo a poetas y rastreando información, así que no me fue difícil llegar a los lugares de residencia. Mi primer viaje fue a Ciudad Juárez, Chihuahua, en México, y El Paso, en Texas. El segundo viaje fui a Tijuana, Ensenada, Rosarito, en México, y a San Diego, en EE.UU. El tercero llegué a Saltillo y Monterrey.
P: Y de ahí sale el libro...
R: …que tiene dos ediciones: en España, con Baile del Sol, y en México, con la UNAM, o Universidad Nacional Autónoma. que saca esta obra de 64 autores de los estados fronterizos con los EE.UU. más otros dos estados norteños, como Durango y Zacatecas.
P: Trabajo amplio, costoso.
R: El libro tiene 430 páginas y estará en la calle a finales de septiembre.
P: Vamos al documental.
R: Durante esos viajes tomé una cámara de video, que apenas sabía manejar, y grabé entrevistas y recitales más lo que los rodeaba. En total obtuve un material de unas 7 horas, de las que han quedado 46 minutos. Luego mis hijos me facilitaron herramientas para el montaje y me puse a trabajar. En una semana tenía todo listo.
P: Casi una odisea.
R: Más bien una osadía por mi parte, porque no tenía ni idea de por dónde empezar a meterle mano a todo eso, ya que en el documental entrevisto y recitan 18 de los 64 autores.
P: Estreno, reestrenos, circuitos, apoyos.
R: Después de dos intentos fallidos, el estreno lo merece Punta Umbría. En septiembre se proyectará de nuevo en Punta en el Curso de Cultura Pop de la Universidad de Huelva, y también en ese mismo mes se hará en el SILA, que es el Salón Internacional del Libro Africano de Tenerife. En octubre se podrá ver en el Salón del Libro Iberoamericano, en el Festival de Poesía de Manchester y en la Universidad de Leeds, organizado por el Instituto Cervantes. Luego, a principios del mes de noviembre, lo llevaré a Málaga y a Madrid, en días y lugares que aún quedan por determinar; y en el mismo mes se verá en todo el norte de México, en el Distrito Federal, en la Casa Museo de Trostki y en la FIL de Guadalajara.
P: Todo un arranque.
R: Y de la mano de la UNAM.
P: ¿Si te pido una sinopsis del documental?
R: Tan lejos de Dios habla de las raíces indígenas, del mestizaje, del lejano y salvaje oeste, de la migración y la frontera; habla del desierto desde el desierto, de la familia, de los abuelos, de los ancestros y de la soledad de las ciudades; habla de la música, de la revolución y de quienes creen en ella, de la colonización, de las costumbres y de la muerte pura y dura; de las maquiladoras y de las mujeres de Ciudad Juárez; habla de las mujeres de México, desde los infiernos domésticos a las trincheras públicas; habla del narcotráfico y de la corrupción que asola las ciudades; habla de armas y de amor, de una sociedad que día a día se reinventa para seguir viviendo, pero sobre todo, de una poesía llena de fuerza y vitalidad, ese viento del norte que parece haber roto definitivamente y con voz propia el aislamiento al que parecía condenado. Como si se tratara de un cuadro de Edgar Hooper, en Tan lejos de Dios, muchos poemas son escenas de un tiempo y un lugar donde los personajes parecen desfilar en un mismo escenario repleto de luces y de sombras: frontera en la que, de alguna manera, unos reflejan y otros se proyectan.
De Uberto Stabile se esperaba, hasta hoy, la buena nueva de un libro o la dirección de los Encuentros de Escritores, pero esta sorpresa ensancha, sin duda, el grado de admiración que siempre ha merecido.
© Manuel Garrido Palacios
© Manuel Garrido Palacios
Claude Monet
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Imágenes del jardín
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Impresión, sol naciente
(1873, óleo sobre lienzo)
La casa en la que vivió Claude Monet en Giverny desde 1882 a 1926 es un lugar de encanto. Lo era antes de llegar él y su voluntad lo conservó y acrecentó. Cuando la belleza es tan evidente sólo puedes acaparar los detalles con los sentidos, gozarlo todo íntimamente sentado en un banco de madera del jardín japonés que tiene ante sí el edificio. Es como si todos los cuadros del maestro estuvieran en vivo… los lánguidos chopos, los nenúfares sobre el agua que rodea el islote sembrado de bambú, las amapolas rojas y las de color indefinido que la tierra sostiene; en suma, las mil flores, el rumor del viento entre los árboles, la suave corriente al pasar, el canto de los pájaros, el eco que no cesa. Todo es Monet y todo se ve desde cualquier ventana de la casa antes de perderse en la maraña de caminos, puentes, sensaciones y olores gratos que ofrece el jardín. Vinieron muchos pintores a experimentar nuevas técnicas cerca de Monet, y fruto de ello es la muestra que la Fundación de su nombre ha montado y que puede verse en dicho recinto. Como tantas veces ocurre, el artista deja en el pueblo donde crea su obra una estela vital para muchos años entre pinturas que hizo, pintores que vinieron a seguirle el rastro y visitantes que quieren ver lo uno y lo otro. Latido, en suma, y luz, la formidable luz del Arte con mayúscula. No en balde por aquí se dice: «Monet, la luz».
© Manuel Garrido Palacios
fotos: mgp
Héctor Garrido / Entrevista en La Habana
CRUCES DE MAYO
Cuba - España
Héctor Garrido
Julio Larramendi
Héctor Garrido ha desarrollado proyectos fotográficos en los seis continentes y publicado en revistas como National Geographic, El País o XL Semanal; ha diseñado y puesto en funcionamiento el banco de imágenes de Doñana/CSIC —que cuenta con medio millón de fotografías a disposición del público, instituciones y medios de comunicación— y ha liderado proyectos de divulgación científica y medioambiental como la creación de la Casa de la Ciencia y el Foro de la Biodiversidad.
Ha visitado Cuba en varias ocasiones: en diciembre de 2010, con una muestra titulada Agua en la sede de la ONG Patrimonio, Sociedad y Medio Ambiente (La Habana Vieja), y en agosto de 2011 en Baracoa —la villa primada de Cuba que recientemente arribó a sus 500 años— en la Galería Luz y Oficios, del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, enclavado en la zona colonial de La Habana. Sobre la muestra Mujer y agua —que incluye 18 fotografías impresas en lienzos de 1:20 x 90, dijo Héctor Garrido para La Jiribilla que es “una una obra de fusión entre mis fotografías aéreas y la intervención del pintor cubano Jesús Lara, que ha sacado de mis imágenes mensajes maravillosos. Estas obras viajarán a España para ser exhibidas allá. La estética de Lara ha dado a mis imágenes una nueva visión y creo que el conjunto será muy impactante para el público español.”
¿Cuáles son los puntos de contacto entre su obra y el imaginario de Lara?
Personalmente ando inmerso en una exploración por el mundo del arte; siento que a nivel artístico estoy en un momento de efervescencia. Un grupo de artistas españoles y cubanos andamos por estos días teorizando alrededor de una nueva forma de ver el arte. Estamos armando una nueva-pequeña teoría que, si finalmente toma suficiente peso, podría dar lugar a una novedosa forma de arte basada en un leguaje distinto llamado fractal, que no es más que el lenguaje de la naturaleza. Creemos, firmemente, que ese lenguaje ha sido poco utilizado: recientemente comenzamos a conocer bien su gramática y tenemos bastante basamento como para poder producir una teoría relacionada con el lenguaje fractal.
¿Qué artistas cubanos están imbuidos de esta teoría?
El primer artista cubano que se ha mezclado es Jesús Lara y en España José María Meyado, un fotógrafo muy prestigioso —que también ha visitado a Cuba con frecuencia y ha hecho aquí varios trabajos—. Creo que está pendiente en el mundo del arte hablar en ese lenguaje y estamos en algo que removerá las entrañas del arte que por momentos se paraliza.
¿Qué ha significado para usted el Parque Nacional Doñana?
Doñana es un área natural protegida situada en las provincias de Huelva y Sevilla al suroeste de España, en la comunidad autónoma de Andalucía y fue declarada Parque Nacional en 1969. Allí se encuentra la estación biológica del CSIC y es el sitio donde vivo. Doñana es un sitio increíble por su potencialidad como espacio natural y, también, por las infinitas posibilidades de inspiración que da al artista. En los próximos días, Jesús Lara conocerá Doñana y allí tenemos previsto hacer una serie de trabajos conjuntos. Será una experiencia importante para él y, seguramente, el trabajo que desarrolle en España lo expondrá en Cuba.
¿Qué sucedió en Baracoa?
Inauguramos una exposición sobre las Cruces de Mayo que anteriormente fue vista en la Galería Julio Larramendi del Hostal Conde de Villanueva, aquí en La Habana Vieja.
Es una exposición bipersonal que hicimos entre el prestigioso fotógrafo cubano Larramendi y yo; ambas miradas se dirigen a un tema etnográfico, las Cruces de Mayo de España, comparadas —a nivel fotográfico— con el Altar de Cruz, de Baracoa. Son dos tradiciones que se separaron probablemente hace 500 años cuando se fundó la ciudad primada de Cuba. Esa tradición viajó de España a Cuba y se asentó aquí.
Es muy hermoso verla 500 años más tarde y apreciar en qué se diferencian y cómo han evolucionado las dos. El 21 de noviembre esta misma exposición se inaugurará en el Convento de Santa Ana, en Sevilla, que posee una preciosa sala de exposiciones, muy importante y céntrica, y luego, viajará a los otros dos sitios en que se hicieron las fotografías, es decir, que a la muestra aún le quedan kilómetros por recorrer.
Imagino que al ser apreciada por públicos diferentes la reacción será distinta en cada sitio; es bonito que las personas que siguen cultivando esa tradición centenaria vean que en otros sitios también se conservan aunque con una evolución distinta.
¿Cómo ha sido ésta, su tercera mirada a Cuba?
¡Algo debe de ir muy bien en este amor a primera vista que me ha hecho venir a Cuba tres veces en seis meses! En esta oportunidad me acompaña mi hijo mayor, 17 años, y ha sido un aprendizaje constante. Hemos pasado días felices e intensos porque venir con alguien con una visión tan fresca y estar sometido constantemente a sus preguntas e indagaciones me ha hecho aprender más de Cuba e intentar entenderla y conocerla mejor. Es un país maravilloso y La Habana es una ciudad que enamora y atrapa.
© Estrella Díaz - Resumen de la entrevista en La Jiribilla - La Habana.
Se lee completa en http://www.lajiribilla.cu/2011/n538_08/538_04.html
Enric C. Pedrón
AMOR EN PARO y 59 HISTORIAS MÁS
Enric C. Pedrón
Ed. Isla Varia. Salobreña
Enric C. Pedrón, miembro del equipo de investigación y divulgación del Observatori Astronómic de Mallorca-Planetarium, ha publicado en Isla Varia -edición al cuidado de Pepe Varos y Lluís Pons- el libro Amor en paro y 59 historias más, obra que se describe en los previos como ‘álbum de fotografías que nos muestran historias cercanas a modo de retales de vidas conocidas […] un viaje por lo cotidiano, con dosis mesuradas de amor, humor, acidez y lucidez, que nos impulsa a una reflexión introspectiva sobre nosotros mismos y la ambivalencia complementaria entre lo correcto y lo absurdo de cuanto somos y nos rodea’. Leamos una cualquiera, la 2ª del libro, por ejemplo:
‘Amanece despacito, como si el sol llegara de puntillas para no perturbar a una noche que camina sonámbula hacia poniente. Las últimas estrellas rielan en un cielo impoluto difuminándose en la palidez creciente del día, diluyéndose en el lento y sereno despertar de un sol plácido de primavera, y una flecha de gaviotas vuela hacia el mar anunciando sonora-mente su llegada de quién sabe qué extraño exilio nocturno. No importa el tiempo. El mundo gira igual que siempre pero algo se ha detenido en el camino. Ninguna máquina espera que le dé al ON para cobrar vida parasitando la mía, fagocitando mi mente y mi cuerpo durante horas para despedirse con un sucinto OF hasta mañana. Todo ha cambiado en este amanecer azul y luminoso, y estiro las piernas y los pies, hasta la punta de los dedos, con un gruñidito afelinado antes de darme la vuelta y cerrar otra vez los ojos. Pasa otra bandada de gaviotas arrastrando el silencio tras de sí y un barco aúlla al este en el puerto. Pronto la ciudad entera caminará de un lado a otro moviendo sus calles bajo los pies de la gente. Cientos, miles de personas anónimas bailando cada cual a su ritmo, cada cual en su ruta. Y, para mí, la quietud, la paz, la dulce esperanza ganadas día a día. Que para eso he esperado lo que he esperado y he pasado lo que he pasado. Pero ayer es ayer y hoy es hoy, y, como decía mi abuela, quien no perdona no vive. La persiana de la panadería suena a música celestial y un aroma de bollos calentitos entra por la ventana de la habitación para quedarse flotando sobre mí, para que lo disfrute, para que me llene de él y alcance mi particular nirvana. Ahora estiro los brazos y los dedos de las manos hasta las uñas. La vida me espera pero hoy nada corre prisa. Pese a quien pese, el sol me encontrará envuelta en mi pijama preferido y caminaré descalza como una gata hasta la cocina. Amanece despacito en mi primer día de vacaciones’.
Son historias dispersas con una característica común en lo formal: todas miden exactamente 350 palabras. Nadie sabe lo que bulle en la mente del escritor para marcar los capítulos de un libro con una medida así. Sea lo que sea, suya es la obra y sus razones tendrá, aunque lo importante a la hora de airear su salida al mundo sea la esencia de lo que dice, cosa que Pedrón también sabe y se aplica a ello al contarnos sus relatos, entre los que cabe destacar, entre otros, Siete años y pico, El hombre del carrito, Último anochecer, El mantra del mar, La respuesta está en el humo y Vector tiempo o Perra vida, al que pertenece este pasaje:
‘Me he levantado guaou. Quizás sea por haber soñado con la perra de la vecina que, aunque se prodiga poco, nos tiene a todos revolucionados con ese bailoteo de caderas con el que nos regala cuando sabe que la miramos. Esta vida tiene muchas cosas buenas, pero lo que más me gusta es salir temprano a husmear por el barrio, cuando está más tranquilo y el asqueroso olor de los coches aún no lo ha invadido. Me doy una vuelta a la manzana y me meto en los jardines de los vecinos como perro por su casa. Ayer me descargué a gusto en los rosales de doña Luisita y a punto estuvo de pillarme, la muy bruja. No habría sido la primera vez. La semana pasada corrió detrás de mí hasta la esquina gritando como una loca, con la cabeza llena de rulos. Mis amigos se rieron de lo lindo. Después, nos paseamos todos juntos por delante de sus narices y, en cuanto abrió la boca, le montamos una buena […] mamá parece que se ha arreglado para salir. Eso me alarma, .porque cuando lo hace me suele permitir pasear muy poco tiempo. Insuficiente para mis planes. Y ha cogido la correa y el bozal...’.
© Manuel Garrido Palacios
José María de Soto Morón / Paymogo
El último cortejo
Cuando yo expire, con caridad genuina
transportar mi cadáver,
desde Onuba tartesiana y costera
en sentido contrario a la ruta colombina
buscando el noroeste con brújula certera.
Ruta vieja, de caminos angostos
de veredas sin fin en las umbrías
de recuerdos dorados de años mozos
de contrastes de penas y alegrías.
Quiero que crucen el recuerdo
de lo que fui a lo largo de mi vida
aureolado de incienso de tomillos
por los chopos y el puente de la ribera henchida.
Quiero entrar en Alosno por la calle Real
entristecida, al paso del cortejo de lo que fue mi rango
que llevó en sus entrañas el noble y el leal
amor ferviente y recio, al singular fandango.
El eco fuerte y puro del Toronjo me servirá de cántico
el recuerdo del Pinche de solaz y ambrosía
y todo vibrará, copando el ámbito...
con la pureza blanca del arte de Juan Díaz.
De allí, de nuevo, a los caminos duros
a las jaras, tomillos... y a las breñas
que quiero hacer mi posa de extramuros
suplicando, a los pies de la Virgen de la Peña.
Y al final, que mi alma desde el Cielo
vea reposar mis restos, en feliz desahogo
con mis padres y abuelos...
en mi pueblo natal: ¡mi querido Paymogo!
© José María de Soto Morón
© Foto: Marcos Laera
Carmen Castilla Vázquez
Análisis de la dimensión simbólica de una devoción:
la Virgen de Coronada en Calañas
DEMÓFILO
Revista de Cultura Tradicional
nº 12. Sevilla 1994, pp. 75-92 (frag.)
...el Odiel es el río principal que desagua en la zona hacia el este de Calañas. Nace en la sierra de Aracena, formado por varios arroyos, tiene un caudal muy escaso, pero su importancia radica en separar la cuenca minera oriental de la occidental, dentro de la cual podría localizarse Calañas, dándole a esta última una mayor relación en cuanto a contactos físicos y humanos con el resto de la comarca. Por la mina de Sotiel Coronada discurre mojando los muros del santuario de Nuestra Señora de Coronada y en sus orillas se disponen los romeros que acuden a Sotiel el día de la Virgen. Cuentan los calañeses que ‘su romería tiene mucho que ver con ese río’, y ya el escritor onubense Marchena Colombo le aplicó el calificativo de ‘río Sagrado’. Si es verdad que cualquier lugar puede desencadenar una vivencia religiosa, es evidente que algunos tienen una mayor capacidad de despertar sentimientos religiosos que otros. En este sentido, el santuario al que nos referimos goza de unas características que lo hacen merecedor de estas experiencias religiosas. El santuario, situado en un cruce de caminos y cercano a este río, goza de una significación simbólica para la comunidad, pues fue allí y no en otro sitio donde, queda demostrado, por las leyendas que se relatan, apareció la imagen. En este contexto físico es donde se desarrolla la romería. Unas coplas alusivas nos lo cuentan:
Vamos de romería / a Sotiel,
por ver la virgencita / del Odiel.
A la orilla del río, / bajo su puente,
en la arena sentada / se ve la gente,
y en las alforjas / traen huevos, salchichas,
y dulces toronjas,
Del río le traemos / verde romero,
por tejerle guirnaldas / a este lucero.
Las relaciones
humano-divinas se canalizan en muchas ocasiones a través de imágenes de
devoción local; devociones adquiridas como propias por una comunidad, con
un área de influencia delimitada territorialmente y expresan en sus
manifestaciones, un tipo de religiosidad popular particularizada en una
religiosidad local. Calañas representa un claro ejemplo de devoción a una
imagen local de larga tradición -Ntra. Sra. de Coronada-, venerada en su
santuario de Sotiel Coronada, a 8 km. del pueblo. Con esta imagen los calañeses
singularizan la generalidad de devociones marianas en una advocación de
carácter local, apropiada como patrimonio sagrado de la comunidad. El carácter
localista se aprecia a través de los distintos mecanismos de apropiación,
legitimándose mediante la leyenda de aparición y hallazgo de la imagen en su
término municipal.
La importancia de esta fiesta en el pueblo, relacionada con el motivo sagrado de la Virgen de Coronada, la reconstrucción del ritual y la actualidad del mismo, nos llevaron a preguntarnos por las funciones antropológicas del mismo. Esta fiesta se encuadra dentro de aquellas fiestas-romerías tan abundantes en todo nuestro territorio. Pienso que es importante resaltar las peculiaridades que una fiesta patronal como ésta presenta, y cómo han repercutido en la configuración de la población a la que pertenecen. Estas manifestaciones religiosas que tienen lugar en Calañas, son también utilizadas, aunque en un espacio y un tiempo diferentes, por sus emigrantes. Con ello pretenden reforzar una identidad perdida y garantizar unos orígenes, que podrían haber olvidado al salir del pueblo, ademas de contribuir a la difusión de la cultura andaluza fuera de sus fronteras. Debemos también puntualizar que cuando se trata de hablar de semejanzas y diferencias regionales o locales con respecto a las fiestas-romerías patronales, prestamos más atención a las primeras, quizás más abundantes. Sin embargo en las romerías, pese a su semejante función social respecto a la expresión de la identidad local, cada imagen -sea virgen o santo- ¬posee un carácter simbólico para cada comunidad, una conceptualización de sí misma y de las relaciones con su patrona o patrón.
El carácter simbólico de la Virgen de Coronada, patrona de Calañas, lo hemos entresacado de la convergencia de los rasgos manifestados por los informantes en sus relatos acerca del origen de la devoción y en sus propias descripciones y comentarios, sobre las celebraciones hechas en su honor. Esto implica un acercamiento a las narraciones y aún más a los rituales, de forma que sean vistos como manifestaciones producidas por los devotos o participantes en la fiesta estudiada. [...] El caso de la Virgen de Coronada, al igual que otras muchas devociones, no es una excepción respecto a la minusvaloración que se produce de lo que en cada pueblo separa a la gente entre sí, para enfatizar, en cambio, lo que les une. Sobre la Virgen de Coronada unas coplas conocidas popularmente, recogidas en la revista de las fiestas de 1966, dicen así:
Ya llegó ese día / que Calañas anhela,
día de la Virgen / de la Virgen buena
que todos la quieren / que todos veneran,
que al llegar ese día / que ansioso se espera,
todo es alegría / ya no existen penas,
y el amor a la Virgen / en el pueblo reina.
Y cuando el repique / de campana suena
todo el pueblo en masa / de viejos y nuevos,
de ricos y pobres, / casados, solteros
y los abuelillos / salen con sus galas
para ir por ella / y hasta los chiquillos
con sus canastillos / salen a su espera...
© Carmen Castilla Vázquez
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